PAP Y PPC DE LA MANO: LA IMPORTANCIA DE LOS PERSONEROS EN LAS ÚLTIMAS ELECCIONES MUNICIPALES
José Alfonso Tacsa Olaechea.
Hace pocos días me encontré con un amigo muy cercano a mi familia, él es aprista de antaño, de los antiguos, de los que no agachan la cabeza ante el dirigente partidario. Como en una conversación normal empezó a preguntarme por la familia y amigos; pero fue inevitable, en cierto momento de la conversación, hablar sobre la coyuntura política (particularmente sobre las elecciones municipales).
Así, me contó que en las últimas elecciones municipales había “apoyado” al PAP (como lo ha hecho siempre, desde el día en que orgullosamente, allá por los 70´ mostraba erguido su carné partidario, hasta la actualidad, como personero legal, ya que es abogado de profesión, sigue apoyando, ya no con tanto orgullo y menos de forma erguida, al partido de toda su vida). Sabemos que el aprismo más que un partido, más que un carné partidario, es un modo de vida, es fe, es sentirse parte de una mística (la cual relaciona al líder con sus partidarios, primero fue Haya de la Torre y actualmente, en menor medida, Alan García); pero actualmente el PAP es también visto como una agencia de empleos, del cual, muchos compañeros dependen; de esta manera, aunque muchos partidarios renieguen por decisiones y directivas de los altos dirigentes, a éstos tan sólo les queda renegar en silencio y agachar la cabeza. Y los que no dependen del PAP como agencia de empleos se les hace imprescindible continuar en el partido a pesar de los malestares, bifurcaciones y arremetidas ideológicas (a lo largo de la historia del PAP) de sus altos dirigentes. Es así que uno de los grandes méritos de Haya de la Torre fue crear un partido de creyentes, de gente con extrema fe en la virtud y en la toma de decisiones del líder, no de crear partidarios con voz y voto, los cuales puedan debatir sus ideas políticas e ideológicas con los altos dirigentes, es así que la hagiografía fue sinónimo, dentro del aprismo, de la biografía de sus altos dirigentes. Pero, también fue Haya el encargado de hacer pública la palabra “compañero”, con la cual los apristas se sienten muy identificados, aunque muchas veces le digan “compañero” a alguien a quien ha traicionado los principios partidarios.
Pero, retomando el tema, escribo la palabra “apoyado” refiriéndome particularmente a la tarea de los personeros apristas en esta última elección municipal. Y aquí resumo lo conversado con este buen amigo de la familia:
Dos semanas antes de las elecciones municipales los personeros legales del PAP habían sido reunidos en un local partidario y la directiva a seguir fue la de apoyar a la candidata de la democracia, a la candidata que aseguraba la continuación de la democracia en Lima, es decir a Lourdes Flores. Se les explico a los personeros legales, que éstos debían convencer a los personeros del partido, que iban a estar bajo su batuta el día de las elecciones, que debían luchar voto a voto por la candidata del PPC como si fuese el mismísimo candidato aprista. Es así que ante esta directiva, los personeros legales asentaron la cabeza y renegaron en silencio. ¿Cómo iban a convencer a los más jóvenes de apoyar al partido de la derecha? Esa fue una tarea que debían resolver sólo ellos, demostrar al 100% la disciplina partidaria. Así, continuó la cadena, los personeros más jóvenes asentaron la cabeza y renegaron en silencio.
El día de las elecciones, este muy buen amigo, estuvo a cargo de un colegio, siempre en su cargo de personero legal. Tuvo a su cargo además de 28 personeros del PAP a 5 personeros del PPC (todo hace indicar que un partido tan organizado y con tanta historia como el PPC no se dio abasto en todas las mesas o que la confianza fue dada a los personeros del PAP, sabiendo de la experiencia y organización de éstos; esto fue demostrado en las elecciones presidenciales del 2006). Así, la maquinaria aprista fue movilizada a favor del PPC.
El personero tiene que ser una persona de pensamiento rápido, tiene que hacer todo lo posible para salvaguardar los votos de su candidato, de su partido; el personero no puede titubear ante una impugnación de voto, a la hora del conteo, o ante la impugnación de un acta. Es así que el día de las elecciones los personeros apristas impugnaron votos y actas en contra de Susana Villarán y a favor de Lourdes Flores.
Pero, ¿es posible impugnar un voto o una acta sin algún sustento? Por supuesto que sí. Y en eso los personeros del PAP son duchos. Por ejemplo: si la cruz, aspa u otro símbolo se encuentran fuera del recuadro, es lógico que un personero experimentado aplique todas las artimañas necesarias para impugnar ese voto, ¿cómo?, pues alegando que el Presidente de mesa se encuentra a favor del candidato opositor del personero, ya sea inventando que lo ha escuchado conversar sobre tal o cual candidato o diciendo que lo conoce o que lo ha visto en tal o cual partido. Otro ejemplo: terminado el conteo de votos, suponiendo que el total sume 154, esa acta la firman los miembros de mesa y los personeros; así, un personero experimentado, sabe que si este conteo no le favorece a su candidato, puede cambiar el número 4 por el número 9 y de esta manera impugnar un acta. Ambos ejemplos fueron relatados por este buen amigo y esto me hizo recordar los problemas que tuvimos varios fiscalizadores locales del JNE con los personeros en las elecciones presidenciales del 2006. Muchos fiscalizadores locales se hacían respetar pero una gran mayoría, inducidas por los personeros (los cuales saben cuando el fiscalizador titubea ante una decisión) se dejaban llevar por las recomendaciones de los personeros.
De esta manera, la maquinaria aprista se movilizó a favor del PPC con la consigna de impugnar la mayor cantidad de actas (sabemos que las actas no se pueden impugnar, lo que se impugnan son los votos) para que éstas sean llevadas a los JEE y así la decisión popular recaiga en manos de unos cuantos presidentes, los cuales tendrán que decidir el futuro de las 8,346 actas en cuestión.
A esta altura del partido, ¿alguien puede dudar de la honorabilidad y transparencia de algunos presidentes de los JEE, los cuales son nombrados por el Presidente de la Corte Superior, el señor Vega Vega? ¿Alguien puede dudar de la influencia aprista dentro de estos organismos? Y por último, ¿alguien puede dudar del apoyo del PAP al PPC en éstas últimas elecciones municipales?
Así, volvemos a los tiempos en que los escrutinios se realizaban en los jurados departamentales, lo cual llevaba a que la voluntad popular se transforme en la voluntad de las cúpulas de poder. Es por esto que en el año 1956, por primera vez, los escrutinios se llevaron a cabo en mesa, con la presencia de personeros y realizada como un acto público.
Si las actas impugnadas recaen bajo la decisión de unas cuantas personas estaremos perdiendo lo esencial de la democracia, por no decir lo único, el derecho de los ciudadanos de escoger a sus representantes. ¿La voz del pueblo es la voz de Dios?