domingo, 8 de mayo de 2011

HO CHI MINH LE RESPONDE A JOHNSON

HO CHI MINH LE RESPONDE A JOHNSON[1]

Dos años y medio antes de morir, Ho Chi Minh, el fundador del Vietnam moderno, le escribe esta carta al presidente de los Estados Unidos, Lyndon Johnson. Es el año 1967 y las fuerzas aéreas norteamericanas ya han destruido cientos de miles de vidas, millones de hectáreas de agricultura y buena parte de la infraestructura de Vietnam del Norte. Sorprende la serena firmeza con la que el líder de la resistencia vietnamita le contesta a Johnson una propuesta para comenzar un ciclo de conversaciones de paz. Vietnam perdió a unos tres millones de sus habitantes en una guerra despiadada, particularmente criminal y manifiestamente inútil impuesta por el imperialismo estadounidense, que desconoció los acuerdos de 1954, los que estipulaban que el destino del sur vietnamita debía decidirse en elecciones supervisadas internacionalmente. Vietnam derrotó a los Estados Unidos y la paz victoriosa llegaría recién en 1973, con la firma del alto al fuego, la promesa de la retirada en 60 días de las tropas estadounidenses y el primer intercambio de prisioneros. Dos años después, el 30 de abril de 1975, Vietnam del Norte recuperó el sur y unificó el país. El presidente de los vietnamitas del sur, Nguyen Van Thieu, había huido nueve días antes con rumbo a Taiwán. Después se establecería en Boston, Estados Unidos.

            A su excelencia Lyndon B. Johnson
            Presidente de los Estados Unidos de América
            Excelencia:
            Recibí su mensaje el día 10 de febrero de 1967. Ésta es mi respuesta.

            Vietnam se encuentra a miles de kilómetros de Estados Unidos. Los vietnamitas nunca han hecho ningún daño a EE.UU., pero EE.UU. ha intervenido de forma continuada en Vietnam, en abierta contradicción con las promesas realizadas por su representante en la Conferencia de Ginebra de 1954, y ha intensificado la agresión militar contra Vietnam del Norte para prolongar la división de nuestro país y convertir a Vietnam del Sur en una colonia y en una base militar. Desde hace años, el gobierno de Estados Unidos mantiene una guerra contra la República Democrática de Vietnam, un país independiente y soberano, con el apoyo de sus fuerzas aéreas y navales.

            El ejército de Estados Unidos ha cometido crímenes de guerra, crímenes contra la paz y contra la humanidad. En Vietnam del Sur, medio millón de soldados de EE.UU. y de sus aliados utilizan el armamento más inhumano y las estrategias militares más bárbaras posibles. Usan napalm, armas químicas tóxicas y gas para masacrar a nuestros compatriotas, destruir las cosechas y arrasar pueblos enteros. Miles de aviones de EE.UU. han arrojado cientos de miles de toneladas de bombas sobre Vietnam del Norte, destruyendo ciudades, pueblos, industrias y colegios.

            En su mensaje parece lamentar el sufrimiento y la destrucción que sufre Vietnam. Permítame entonces que le pregunte quién ha cometido esos monstruosos delitos. Ha sido Estados Unidos y sus aliados. El gobierno de Estados Unidos es el único responsable de la gravísima situación que se vive en Vietnam.

[2] Esta fotografía, tomada por Nick Út/The Associated Press, ganó el premio World Press de 1972 y muestra, desnuda, a la niña Kim Phúc huyendo con sus hermanos y primos tras la explosión de una bomba de napalm en el poblado de Trang Bang. Kim Phúc tuvo que arrancarse sus ropas en llamas y correr desnuda, gracias a lo cual pudo sobrevivir.

La agresión militar de EE.UU. contra el pueblo de Vietnam constituye un desafío a todos los países, una amenaza para el movimiento de independencia nacional y un grave peligro para la paz en Asia y en el resto del mundo.

            Los vietnamitas aman profundamente la independencia, la libertad y la paz. Pero se han levantado como un solo hombre ante la agresión de los Estados Unidos, sin temor a los sacrificios ni a las penalidades. Están decididos a seguir resistiendo hasta conseguir la verdadera independencia, la libertad y la paz. Nuestra justa causa despierta el apoyo y un fuerte sentimiento de solidaridad entre los ciudadanos de todo el mundo, incluidos muchos sectores de la sociedad estadounidense.

            El gobierno de Estados Unidos ha desatado una guerra contra Vietnam y la agresión debe cesar. Es la única forma de restaurar la paz. El gobierno de los Estados Unidos debe detener sus bombardeos y todos los demás actos de guerra contra la República Democrática de Vietnam, definitiva e incondicionalmente. Debe retirar de Vietnam del Sur a todas sus tropas, propias y aliadas; reconocer al Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, y permitir que sean los ciudadanos vietnamitas quienes soluciones sus propios asuntos.

            Esta es la base de los cinco puntos que mantiene el gobierno de la República Democrática de Vietnam y Estados Unidos. Si el gobierno de EE.UU. desea realmente dialogar, debe detener en primer lugar y de forma incondicional sus bombardeos y todos los demás actos de guerra contra la República Democrática de Vietnam. Sólo después de un cese incondicional de los bombardeos y de todos los demás actos de guerra contra la República Democrática de Vietnam podrán los dos países iniciar conversaciones y dialogar sobre las cuestiones que nos afectan.

 
Los vietnamitas no se rendirán nunca ante la agresión, y no aceptarán conversaciones bajo la amenaza de las bombas.

            Nuestra causa es absolutamente justa. Sólo cabe esperar que el gobierno de Estados Unidos actúe de forma racional.

            Atentamente,
            Ho Chi Minh


[1] HIDEBRANT EN SUS TRECE
2011      “Ho Chi Minh le responde a Johnson”. Hildebrant en sus trece. Lima, año 1, número 46, p. 19.

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